La entidad germana obtuvo en el segundo trimestre del año un beneficio neto de 24 millones de euros, un 93% menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando ganó 352 millones de euros. La cifra está por debajo de los 34,4 millones de euros que esperaban de media los analistas consultados por Bloomberg.
Según ha explicado la firma, estos resultados se deben a su exposición a la deuda griega. En concreto, ha destinado 760 millones de euros a provisiones por este motivo.
El banco señaló que la crisis de deuda ha afectado a la estabilidad de los mercados, un factor importante para la consecución de sus previsiones de beneficio. "Los objetivos fijados en 2009 todavía están condicionados a la estabilidad de los mercados", señaló el consejero delegado de Commerzbank, Martin Blessing.