El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha vuelto a apostar este miércoles por gravar los sueldos de los altos directivos de las empresas españolas, ya sea por medio de impuesto o a través de otro tipo de regulación porque, según ha considerado, no es admisible "que haya empresas cuyos directivos tengan retribuciones que superen o representen 1.000 ó 1.500 veces el sueldo de los trabajadores peor pagados de la misma empresa".
Durante su paso por los Cursos de Verano de El Escorial organizados por la Universidad Complutense de Madrid, en los que intervenido en la conferencia sobre 'Reformas en las relaciones laborales y evolución del empleo (2008-2011)', Gómez ha subrayado que "el futuro no es sostenible con tales diferencias salariales" y que los sueldos deberán racionalizarse "necesariamente", ya sea a través de la regulación o por medio de tipos impositivos "más fuertes" en los casos en que la desigualdad sea mayor.
En este sentido, y a pesar de la oposición manifestada por la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, Gómez ha considerado que, aunque la coyuntura actual "no es la mejor ni la más proclive" para explicar subidas en la carga fiscal o aumentos en las cotizaciones, "existe un ámbito de reflexión a medio y largo plazo" en esa línea.