Las ventas de viviendas pendientes de cerrarse cayeron un 11,6% en abril, después de haber aumentado un 3,5% en marzo, dato este último corregido a la baja, desde una primera estimación de un aumento del 5,1%.
Los analistas consultados por Bloomberg esperaban de media una caída del 1%.
En tasa interanual, las viviendas pendientes de venta cayeron un 26,8% en abril, después de un descenso del 12,9% en marzo.
El índice de viviendas pendientes de venta es considerado un indicador adelantado de hacia donde irán las ventas de viviendas de segunda mano ya que se realiza en base a los contratos de venta de un inmueble ya firmados, pero que no se materializan hasta uno o dos meses después.