El Gobierno considera que la función supervisora del Banco de España y la regulación prudencial implantada no "lograron eludir el actual contexto de dificultad en el sector" financiero, pese a ser de las "más prudentes a nivel internacional", porque la interacción del endurecimiento del acceso a la financiación y el deterioro de activos provocados por la crisis produjeron una "presión muy fuerte" sobre la economía y las entidades.
Así, el Gobierno asegura que "desde sus comienzos", la crisis ha supuesto un drástico endurecimiento del acceso a la financiación y a la liquidez, "a lo que se ha ido uniendo, a medida que se prolongaba en el tiempo", un deterioro de activos, "especialmente de aquellos relacionados con el sector de promoción inmobiliaria".
El Gobierno responde en estos términos a una batería de preguntas parlamentarias presentadas por el diputado 'popular', Ramón Aguirre, a raíz de la publicación de una carta fechada en mayo de 2006 de los inspectores del Banco de España al entonces vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes.