La subida del Índice de Precios de Consumo (IPC) hasta el 3,8% interanual confirma los problemas de competitividad de la economía española y se convierte en un "nuevo lastre" para la recuperación del consumo que acumula ya nueve meses de caídas, según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
"Una tasa de IPC del 3,8% en un escenario donde el consumo sigue estancado, con poca demanda interna y donde los ingresos del tejido productivo bajan y los precios continúan al alza es la peor de las noticias", ha destacado el presidente de la organización, Lorenzo Amor.
Amor también ha insistido en que esta subida es el reflejo de un panorama económico "muy complicado", al que se suma además "el agravante de la constante pérdida de empleo".