Más de 270 mujeres y niños gitanos huyeron este viernes del pueblo húngaro de Gyöngyöspata (noreste), ante la inminente llegada de una milicia ultraderechista, que organizará allí un "campo de entrenamiento", indicó a la AFP el jefe de esa comunidad gitana.
Los hombres de la comunidad permanacerán en el pueblo, pero las mujeres y los niños partieron en cinco autobuses puestos a disposición por grupos de defensa de los derechos humanos.
"Tienen miedo y pensamos que estarán más seguros si se van", declaró a la AFP el responsable de la comunidad gitana, Janos Farkas.
La milicia Vedero prevé durante este fin de semana de Pascua un "campo de entrenamiento", de tres días de duración, en esta localidad de 2.800 habitantes, 450 de ellos gitanos, situada a 81 km de Budapest.
La milicia, cercana al partido de ultraderecha Jobbik y cuyos miembros visten uniformes paramilitares, efectuó patrullas en las calles de Gyöngyöspata el mes pasado para "restaurar el orden", según sus responsables.
La policía local se negó a intervenir, pese a las protestas de la comunidad gitana ante esta atmósfera de intimidación. El ministro del Interior, Sandor Pinter, aseguró la semana pasada que esas patrullas ilegales se acabarían.
