El índice de confianza del consumidor estadounidense elaborado por la Universidad de Michigan descendió finalmente en febrero hasta los 67,5 puntos, por debajo de los 68,2 de la primera estimación y los 77,5 enteros de febrero.
Se trata del nivel más bajo en cinco meses y contrasta con la lectura de febrero, cuando subió con fuerza y se situó en su máximo de tres años.
El dato ha sido peor de lo que esperaban los analistas. En concreto, el consenso de expertos consultado por Bloomberg había previsto que se situase en los 68 puntos.