El índice de confianza del consumidor estadounidense elaborado por la Universidad de Michigan subió finalmente en febrero hasta los 77,5 puntos, por encima de los 75,1 de la primera estimación y los 74,1 de enero.
Se trata del mayor nivel en tres años, y podría indicar que el consumidor comienza a recuperarse y podría comenzar a incrementar el gasto, el principal componente del PIB.
El dato supera las previsiones de los analistas. Los expertos consultados por Bloomberg esperaban de media una lectura de 75,5 puntos.