La petrolera portuguesa ha negado haber formado parte del cártel liderado por Cepsa y Repsol por el que controlaron el mercado español del asfalto durante al menos 12 años. Galp, que se enfrenta a una sanción de 8,6 millones de euros impuesta por la Comisión Europea, asegura en un comunicado haber colaborado con las autoridades comunitarias pese a que "nunca participó en el cártel y siempre mantuvo una política comercial autónoma que contribuyó positivamente al desarrollo de las condiciones de competitividad en el mercado español". El grupo portugués afirma que se le imponía "unilateralmente" una cuota de 48.000 toneladas al año, en un mercado de 1,5 millones de toneladas al año. Por su parte, Cepsa, que ha sido multada con 83,8 millones, ha dicho que recurrirá la multa impuesta por la Comisión Europea, y considera que la decisión del Ejecutivo europeo es "injustificada y desproporcionada".