España ha bajado dos puestos en el ránking de competitividad turística, al pasar del sexto lugar que ocupaba en 2009 al octavo en el presente ejercicio, según se desprende de un informe del Foro Económico Mundial (FEM) dado a conocer en el marco del Foro Global de Turismo, que hoy se clausura en Andorra.
Esta caída de España en la clasificación mundial de países más competitivos turísticamente se debe en gran parte por la creciente preocupación sobre la disponibilidad de mano de obra cualificada y un debilitamiento comparativo de algunos aspectos de la política ambiental.
En cambio, destaca por su riqueza en recursos culturales, capítulo en el que ocupa la segunda posición, gracias a un importante número de sitios declarados patrimonio mundial, numerosas ferias y exposiciones, así como una gran capacidad de sus instalaciones deportivas.