El grupo bancario holandés ABN Amro registró pérdidas por importe atribuido a sus accionistas de 417 millones de euros, frente al beneficio de 272 millones del año anterior, informó la entidad, que atribuyó sus resultados al impacto negativo de casi 1.500 millones de euros en relación con las desinversiones impuestas por la Comisión Europea y sus costes de reestructuración.
En concreto, la entidad holandesa asumió una carga extraordinaria de 812 millones de euros en relación con las desinversiones de activos impuestas por Bruselas, así como otros 679 millones adicionales por los costes de reestructuración e integración de la propia institución financiera.
De este modo, ABN Amro precisó que sin tener en cuenta estos elementos extraordinarios su resultado recurrente alcanza los 1.077 millones de euros, frente a los 142 millones del año pasado.
El Estado holandés ha anunciado que podría comenzar a abandonar el capital de la entidad en 2013, lo que permitiría probablemente la salida a Bolsa de ABN Amro en 2014.