El Banco de Japón (BOJ, por sus siglas en inglés) ha revisado al alza la evolución de la economía y considera que está saliendo gradualmente de la desaceleración. De esta forma han dejado entrever que no habrá una relajación de su política monetaria próximamente.
La reactivación en las exportaciones y la producción de las industrial, impulsada por la robusta demanda en Asia, ha reforzado la visión del banco central de que la economía se encamina hacia una recuperación moderada.
Por este motivo, el comité de política monetaria del banco no ve una necesidad inminente una nueva relajación mediante un incremento en la compra de activos.