El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Dallas, Richard Fisher, aseguró que de no haberse rebajado los tipos de interés la pasada semana la economía estadounidense habría corrido "inaceptablemente" el peligro de experimentar una ralentización del crecimiento. Fisher recurrió a una metáfora para explicar la situación a la que la Fed debía hacer frente la pasada semana, comparándola con "un barco que navega entre dos orillas por un paso muy estrecho". El mandatario de la Fed no descartó una nueva intervención si fuera necesario corregir el rumbo de la inflación o del crecimiento. Esto quiere decir que la puerta queda abierta tanto para bajar más lo tipos como para subirlos.