Sin descanso, pero con la moral más alta que nunca, el escolta Kobe Bryant y el español Pau Gasol llegaron al Madison Square Garden para ser de nuevo los líderes que guiaron a los Lakers de Los Ángeles a una la victoria por 113-96 frente al equipo local de los Knicks.
Después de haber ganado la pasada noche de forma brillante por 92-86 a los Celtics de Boston, en el TD Garden, viajaron hasta la ciudad de los rascacielos, donde Bryant volvió a sentirse líder, figura y súper estrella al conseguir un doble-doble de 33 puntos, 10 rebotes y dos asistencias.
Los Lakers se quedaron con marca de 9-1 en los partidos que han disputado en noches consecutivas.
A diferencia de lo que había sucedido en el partido de la noche anterior frente a los Celtics, Bryant llegó inspirado desde el primer momento del juego y al concluir los 12 minutos iniciales ya tenía en su haber 19 puntos.
Gasol volvió a ser también el jugador consistente, seguro y eficaz que aportó 20 puntos y siempre estuvo para ayudar al equipo a conseguir la ventaja que les dio tranquilidad durante todo el partido.
Gasol disputó 32 minutos para anotar 9 de 16 tiros de campo y 2-2 desde la línea de personal, capturar seis rebotes, todos defensivos, dio una asistencia, recuperar un balón y poner un tapón.