El consumo de cemento cayó un 14,7% en los diez primeros meses del año en comparación con el mismo periodo de 2009, hasta situarse en 21,04 millones de toneladas, como consecuencia de la crisis y el parón en la construcción, tanto residencial como de infraestructuras, según informó Oficemen.
La patronal indica que estos datos suponen volver a cifras de 1987 y equivalen a un consumo per cápita de unos 560 kilos anuales, "un ratio muy alejado de lo que se podría considerar una situación normal en los países mediterráneos de la UE".
En cuanto al pasado mes de octubre, el sector de la construcción absorbió 2,16 millones de toneladas de cemento, un 15,3% menos, en línea con el descenso de septiembre.