Fitch ha confirmado los rating a corto y largo plazo de BBVA en 'AA' y 'F1', respectivamente, por la fortaleza de su enseña en España, México y otros países latinoamericanos y por su capacidad de generar un buen nivel de ingresos con independencia del ciclo económico.
No obstante, la agencia de calificación de deuda ha cambiado la perspectiva de los rating del grupo desde positiva a estable, decisión que justifica por las dificultades del entorno operativo en España y por la dependencia de BBVA a la financiación mayorista en comparación con sus competidores.
Fitch destaca la "robusta rentabilidad" de BBVA e incide en que ha sido capaz de mantenerse "relativamente inmune" a las turbulencias del mercado crediticio, al tiempo que ha seguido generando fuertes resultados en medio del fuerte deterioro económico de los principales países en que opera.