Finalmente, la reaseguradora de bonos se ha acogido a la protección por quiebra, la llamada Chapter 11, sólo una semana después de que anunciase que no podía hacer frente al pago de los intereses de su deuda.
Según informó la compañia, no ha logrado alcanzar un acuerdo con sus acreedores para la reestructuración de sus deudas, que ascienden a 1.620 millones de dólares. Sin embargo, si que ha pactado un plazo no vinculante durante el cual podrá negociar con los acreedores para salir antes de la bancarrota.
Ambac logró cerrar el último trimestre del pasado ejercicio con ganancias de 588 millones de dólares, aunque seguía sin poder financiarse a sí misma.
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