El primer ministro francés, Francois Fillon, ha asegurado que el gobierno se mantendrá "firme" en su decisión de llevar adelante la reforma del sistema de pensiones, tras una jornada de huelgas y fuertes movilizaciones callejeras de rechazo en todo el país.
"No. Con el presidente de la República no retiraremos este proyecto de reforma porque es necesario y es razonable", sostuvo el jefe del gobierno francés en Biarritz, donde participa en las jornadas legislativas de la gobernante Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha).
"Hay que responder con firmeza a la calle. Porque gobernar es respetar a cada uno y gobernar Francia es también, a veces, saber decir no", ha mantenido Fillon. La reforma elevará de 60 a 62 años la edad para tener derechos a jubilarse.