Los representantes de las cajas gallegas -Caixa Galicia y Caixanova- han transmitido a los sindicatos presentes en la mesa laboral para la fusión que su intención es tener cerrado el acuerdo el 30 de septiembre, un objetivo que los sindicalistas han considerado "muy difícil", dado que no han observado avances en las posiciones de los directivos.
En este sentido, han reclamado que se intensifiquen las reuniones para acercar posturas y han pedido a las cajas más concreción en las propuestas. Por el momento, en el encuentro de hoy, que ha durado casi dos horas, han pactado una nueva entrevista para el próximo jueves, 2 de septiembre, en Santiago.
Todos los sindicalistas (de CC.OO., Csica, CIG, UGT y CGT) han reclamado datos más específicos sobre el número de oficinas y de empleos que se perderán y, en concreto, el representante de CC.OO., Luis Mariño ha advertido a la salida de la reunión que las posiciones de las partes continúan "lejos" y que las cajas presentaron "las mismas propuestas" que en la última reunión, aunque con "algunos retoques", como el de alcanzar en el caso de las prejubilaciones en el 75% del salario bruto anual -hasta ahora proponían fijarlo entre el 70 y el 75%-.
