Las ventas del mercado de juego de la ONCE han caído en el año 2009 un 5,7% -algo más de 120 millones de euros-, un 1,1% menos que la media del sector del juego legal, lo que se debe a la crisis y al juego ilegal que "no aporta nada a la sociedad", según ha asegurado el director general de la ONCE, Ángel Sánchez, durante la presentación de la memoria anual de la organización.
En este sentido, Sánchez ha indicado que el mercado de las apuestas ilegales "está campando a sus anchas" y se ha referido en concreto a los operadores por Internet que, a su juicio, "se han llevado parte del pastel". Así, ha advertido de que son juegos que "nadie supervisa y que no tienen la mínima garantía hacia el consumidor y lo más terrible, hacia el menor".
Además, ha subrayado que no contribuyen a la sociedad ni a través de impuestos ni a través de creación de empleo, ni de otros temas sociales. Por ello, la ONCE espera que haya una legislación que regule este tipo de juego "como Francia o Alemania. Todo el sector tanto público como privado estamos demandando esta regulación para que haya un juego limpio, colaborando de una u otra manera al bienestar de la sociedad", ha añadido.