Ni el fútbol ni la crisis ni la amenaza de lluvia han podido hoy con la manifestación del orgullo gay que ha abarrotado las calles de Madrid y por la que, por primera vez, ha desfilado la carroza "trans-formando familias" repleta de niños, a la que seguía otra repartiendo preservativos y caramelos.
"¡Niña, no chupes los condones, que no son globos!", decía un padre a su pequeña en un ambiente sumamente festivo donde había transexuales medio en pelotas o vestidos de monjas, de falleras, de sevillanas, de policías, de sados con látigos y cueros o disfrazados de "avatar", reunidos bajo el lema "Por la igualdad Trans".
Otro chiquillo andaba confundido y es natural. "Ese negrito de la carroza no es Baltasar, que no, hijo, que no, que no estamos en la cabalgata de Reyes", explicaba una pareja de dos madres a su hijo, que no han querido perderse la celebración del quinto aniversario del matrimonio homosexual.