Las tres empresas españolas han manifestado su interés por participar en el concurso que prevé abrir el país vecino para privatizar el ente gestor de su red de aeródromos, Aeropuertos y Navegación Aérea (ANA), y adjudicar la construcción del nuevo aeropuerto de Lisboa. Este proceso, estimado en unos 3.500 millones de euros, incluirá la construcción del nuevo aeropuerto de la capital portuguesa y la compra del 50% más una acción del capital social de ANA.