El último presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorvachov, defendió la "glasnost" --apertura-- y la "perestroika" --reestrcturación-- como políticas aún necesarias para Rusia e instó al Kremlin a modernizar y democratizar el país porque, de otro modo, no logrará sus objetivos.
"La modernización se puede lograr, pero sólo si la gente, la totalidad de la población, está incluida en el proceso", afirmó Gorvachov en una entrevista de hora y media concedida a Reuters y realizada en la sede de la Fundación Gorbachov en Moscú. "Necesitamos democracia, necesitamos mejorar el sistema electoral y medidas así. Sin ellas, no tendremos éxito", dijo.
Gorbachov, de 79 años, afirmó que Rusia está ahora por detrás de otras potencias mundiales y comparó la dependencia del país de los ingresos por la exportación de petróleo a su incapacidad para construir una economía competitiva a mediados de la década de 1980, cuando accedió al poder.