La patronal de la construcción Seopan considera que la nueva Ley de Morosidad obligará a las empresas del sector de la obra civil a aumentar su dependencia del crédito bancario para financiarse, justo en la actual coyuntura de "importantes restricciones crediticias".
Las constructoras consideran que serán obligadas a pagar en sesenta días mientras seguirán cobrando de las administraciones públicas a más de cien días, porque la actual situación económica y de restricción de crédito les impedirá cumplir con el plazo de treinta días fijado en la ley.
"Resulta obvio que entonces dependerán del crédito bancario para financiarse, al suprimirse por ley el crédito comercial. Y ello se ve agravado en el escenario actual de importantes restricciones de crédito que afecta especialmente a las constructoras", advierte a la patronal en un comunicado.