La reducción de consejerías y de empresas públicas, la aplicación del recorte medio del 5% en los sueldos de sus funcionarios y la subida de los tramos autonómicos del IRPF son algunas de las medidas que están poniendo en marcha las comunidades para reducir su gasto público, como les exige el Gobierno central.
La última iniciativa que estudian varias regiones es la de elevar los impuestos a las rentas más altas para enjugar su déficit.
La Generalitat incrementará en 2011 el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a quienes ganen más de 120.000 euros, el 0,5% de los contribuyentes catalanes, por lo que ingresará unos 75 millones de euros.