La actriz Lindsay Lohan llevará por orden judicial una pulsera que detecta si consume alcohol y se someterá a controles aleatorios de drogas una vez por semana a cambio de evitar la cárcel, según sentenció hoy un tribunal.
Lohan estaba citada esta mañana en la Corte Superior de Beverly Hills, en el condado de Los Ángeles, tras no comparecer el jueves a la vista para revisar su caso por conducir ebria en 2007 con la excusa de encontrarse en el festival de cine de Cannes, en Francia, y que alguien le había robado el pasaporte.
La revista People publicó recientemente que Lohan pasó parte de su estancia en Europa en fiestas que incluían el consumo de alcohol hasta altas horas de la madrugada en salas y yates privados.