Decenas de miles de manifestantes de izquierda y organizaciones sindicales salieron al paso a las marchas neonazis convocadas este Primero de Mayo en varias ciudades de Alemania, que discurrieron bajo fuerte protección policial para impedir enfrentamientos entre militantes de uno y otro bando.
En Berlín, un poderoso operativo antidisturbios veló por evitar encontronazos entre los aproximadamente 500 participantes en la manifestación del ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD) y los miles de ciudadanos que pretendían bloquear su marcha por el barrio de Prenzlauerberg.
Entre los contramanifestantes de izquierdas estaba el vicepresidente del Parlamento del Partido Socialdemócrata (SPD), Wolfgang Thierse, vecino de ese barrio del antiguo sector este de la capital, quien participó en las acciones de bloqueo.