Los vigilantes de seguridad de la Mezquita de Córdoba que el miércoles por la tarde fueron agredidos por algunos musulmanes han prestado declaración este viernes por la mañana en el juzgado de guardia.
El personal de la seguridad privada del templo fue agredido al enfrentarse a ellos ellos algunos turistas musulmanes de un grupo formado por 118 personas que no aceptaron sus instrucciones para que dejaran de orar por el culto musulmán, que está prohibido en este recinto.
Aunque los jóvenes musulmanes han negado las agresiones, lo cierto es que uno de los vigilantes que ha prestado declaración ante el juez ha aparecido con un brazo vendado y en cabestrillo.