El banco holandés ABN Amro registró pérdidas de 117 millones durante 2009, aunque el resultado habría sido positivo si no hubiera sido por importantes gastos extraordinarios.
La salida de la entidad del consorcio Fortis y la fusión con Fortis Holanda le costó 106 millones, a los que habría que sumar otros 100 millones tras la quiebra del banco holandés DSB.
Sin esos gastos extraordinarios, ABN Amro habría obtenido un beneficio neto de 114 millones de euros en 2009, según indicó la entidad en un comunicado.