Los cambios que la Administración de Barack Obama pretende introducir para reformar el sistema sanitario estadounidense van a costar al país 940.000 millones de dólares en los próximos diez años, según han manifestado fuentes del partido demócrata.
Además, la Casa Blanca estima que con esta medida podrá reducir el déficit federal, con lo que cumplirá otro de sus objetivos. En concreto, esperan recortar el déficit en unos 130.000 millones de euros en la primera década, a los que se añadirían otros 120.000 millones en los diez años siguiente, gracias a los nuevos impuestos, tarifas a la industria y con el ahorro en el Medicare, el programa para ancianos y dependientes.
Está previsto que el día 21 de este mes el Gobierno vote la reforma.