Las eléctricas, las empresas gasistas, las petroleras y los gasolineros repercutirán sobre el consumidor la subida del IVA en julio en los precios de la luz, el gas, el butano y las gasolinas. En algunos casos, porque se trata de una tarifa regulada cuya composición final fija la Administración; y, en otros, porque los escasos márgenes minoristas les impiden absorber el incremento, según fuentes cercanas.
En el sector eléctrico, la subida del IVA del 16% al 18% tendrá efecto en la revisión en julio de la Tarifa de Último Recurso (TUR), que ya recibe un impuesto sobre la electricidad. En el caso de las comercializadoras en el mercado libre, ninguna ha anunciado que asumirá el incremento para mejorar su grado competencia, señalan las fuentes.
En octubre del año pasado, el Gobierno descartó la posibilidad de que la tarifa de luz quedara gravada con un IVA reducido, como había reivindicado el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. Cerca del 28% de la TUR se dedica a impuestos.