A apenas cien días del Mundial de fútbol de Sudáfrica, una barrera simbólica que se franqueará el martes 2 de marzo, el precio de los transportes y los vuelos en el país experimentó un fuerte incremento, sobre todo para los días del torneo.
Ante la perspectiva de que esta circunstancia pueda rebajar aún más la llegada de visitantes, se ha pedido que se denuncien los abusos, en un país donde el avión es un modo de transporte habitual por las grandes distancias y que ha renovado sus infraestructuras de cara al gran evento.
El pequeño aeropuerto de Port Elizabeth, una de las sedes del torneo, muestra por ejemplo el frenesí de los preparativos: por todas parte, obreros trabajan, construyendo nuevos accesos al recinto, una terminal suplementaria y un hotel. "Nos preparamos para acoger a 18.000 visitantes los días punta del Mundial", una cantidad sensiblemente superior a los 2.000 de un día normal, explicó el director del aeropuerto, Azad Cassim.