La entidad financiera gallega cerró su ejercicio de 2009 con un resultado de 161,5 millones de euros, lo que representa una reducción del 15,3% respecto a los resultados del año anterior.
El volumen de negocio de la caja gallega fue de 50.822 millones de euros, un incremento del 4,1% respecto al ejercicio anterior, según la información facilitada por la entidad a la CNMV.
Los beneficios de la entidad, deducida la carga fiscal, quedan fijados en unos 144 millones de euros, un 22,8% inferior al de 2008; mientras que el activo del total del grupo asciende a casi 32.000 millones de euros.
El nivel de solvencia de la caja gallega aumentó hasta los 2.878 millones de euros, casi un 4% más que el año anterior, con lo que el ratio de solvencia alcanza un coeficiente del 12,2%, 1,12 puntos por encima del porcentaje de 2008, y 4,2 puntos más sobre el mínimo legal exigido.