Decenas de soldados del Ejército de Bangladesh se han desplegado en el sureste del país para contener la violencia territorial entre residentes y colonos bengalíes que ha dejado al menos dos muertos, más de un centenar de heridos y numerosos daños materiales por lo que se considera el peor episodio de violencia registrado en la zona en años.
Los enfrentamientos se han concentrado en la localidad de Rangamati, situada a unos 350 kilómetros de la capital, y a donde miles de bengalíes se desplazaron en los años 80 al quedarse sin tierras por la erosión de los ríos.
Desde entonces, la situación es extremadamente tensa por los numerosos roces entre los colonos y los grupos tribales, muchos de ellos asociados además a una violenta insurgencia liderada por elementos del antiguo grupo guerrillero Shanti Bahini contrarios a la paz firmada con el Gobierno en 1997.