La entidad obtuvo un beneficio neto atribuido de 15,65 millones de euros en 2009, lo que supone una caída del 31,9% respecto al ejercicio anterior, tras destinar 101 millones de euros a dotaciones para prevenir insolvencias y sanear activos inmobiliarios adjudicados.
De esta forma, se incrementaron en más de un 50% las dotaciones durante el pasado ejercicio, en relación con 2008, y sitúan el montante total seis veces por encima de los beneficios obtenidos por la entidad. Con ello, Ruralcaja "demuestra que la prioridad ha sido salvaguardar, ante todo, la solvencia" de la caja, con el objetivo de "sentar las bases para convertir la crisis económica en una gran oportunidad, alcanzar un nivel de saneamiento que permita salir totalmente reforzados".
La morosidad de la entidad cerró el año 2009 en el 6,22%, con un ratio idéntico al del ejercicio anterior, y la cobertura de activos dudosos alcanzó el 56,48% -frente al 41,54% en 2008-.