El Gobierno japonés fijó hoy una meta del 1% de subida del IPC para acabar con la deflación que amenaza con lastrar la recuperación de la segunda economía mundial, según el ministro japonés de Finanzas, Naoto Kan.
"Es preferible tanto para el Gobierno como para el Banco de Japón (BOJ) tener un objetivo común", indicó Kan, que subrayó la independencia de la entidad emisora para que tome medidas al respecto, según la agencia local Kyodo.
Es inusual que el Gobierno fije un nivel tan preciso de inflación, algo a lo que el BOJ no se ha ceñido, a pesar de que prevé un aumento de los precios a medio y largo plazo, para no ver condicionada su política monetaria.