El grupo automovilístico francés registró unas pérdidas netas de 1.161 millones de euros en 2009, lo que representa multiplicar por más de tres los números rojos contabilizados durante el año anterior. La facturación se situó en 48.417 millones de euros, lo que se traduce en una disminución del 10,9% en comparación con los 54.356 millones de 2008.
La compañía gala explicó que sus resultados financieros de este año "reflejan el impacto de la crisis económica", aunque señaló que el mercado automovilístico mejoró durante la segunda mitad del ejercicio pasado, gracias a los incentivos a la compra de vehículos puestos en marcha por los gobiernos de diferentes países.
El consejero delegado de la compañía, Philippe Varin, afirmó que los resultados económicos de 2009 "muestran una mejoría en la segunda mitad", aunque puso de manifiesto que reflejan la forma en la que ha afectado la crisis a la industria del automóvil.
