La Comisión Europea aprobó el miércoles el plan de recorte presupuestario de Grecia, aunque bajo vigilancia, con el que el país pretende reducir su déficit y su deuda y sortear así el riesgo de suspensión de pagos y someterá sus cuentas públicas a una vigilancia reforzada.
Bruselas también decidió abrir un procedimiento de infracción en su contra por estadísticas de déficit no fiables.
El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, considera que el último plan de austeridad elaborado por Grecia a mediados de enero para sanear sus cuentas públicas -y que prevé reducir el déficit desde el 12,7% en 2009 hasta el 2,8% en 2012- fija "objetivos ambiciosos" cuyo cumplimiento es "absolutamente necesario" para resolver los problemas griegos, según explicó su portavoz, Amelia Torres.