La entidad financiera japonesa registró en su tercer trimestre fiscal un beneficio neto de 10.200 millones de yenes (112 millones de dólares), frente a los 342.900 millones de yenes que perdió en el mismo periodo del año anterior. Según indicó la compañía, los malos resultados del año pasado se debieron al impacto de la compra de activos de Lehman Brothers, que encareció sensiblemente el coste de los trabajadores. Sin embargo, las ganancias están por debajo de lo que esperaba el mercado.
Los ingresos ascendieron a 322.000 millones de yenes, desde los 2.700 millones de yenes del tercer trimestre fiscal anterior. El banco obtuvo 30.400 millones de yenes de su unidad de banca de inversión.
La firma lanzará una emisión de bonos para ayudar a financiar su expansión en el extranjero, informó su consejero delegado, Masafumi Nakada.
