La 'due diligence' encargada por la Xunta a la auditora KPMG concluye que la fusión entre las dos cajas gallegas --Caixa Galicia y Caixanova-- es "solvente, garantiza la galleguidad y está avalada técnicamente", tal y como afirmó hoy la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, en la presentación de los resultados del análisis de las dos entidades.
Caixa Galicia y Caixanova pedirían para una unión 1.190 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) --calculado en base al 2% de los activos ponderados de riesgo actuales--, una cantidad que, aclaró la conselleira, "no está cerrada", pues la cifra se calcularía en el momento de la fusión.
La unión de las dos cajas gallegas provocaría el cierre de 280 oficinas y la pérdida de 1.296 empleos, que se ejecutarían entre 2010 y 2012 y se cubrirían en un 92% con prejubilaciones y el resto (algo más de 100 puestos) con bajas incentivadas en la red en expansión, en oficinas fuera de Galicia.