España se coloca por detrás de la media de los países de la Unión Europea en lo que a penetración de banda ancha se refiere, según los datos publicados por el Eurostat en su anuario regional 2009.
En concreto, a pesar de que España ha logrado recortar distancia en banda ancha, los hogares españoles alcanzaron una penetración de 45% en 2008, frente a la media de la Unión Europea de los veintisiete que se situó en el 48%.
Por su parte, la media de la penetración de banda ancha en la Unión Europea ha mejorado hasta 48% en 2008 desde el 30% que mantenía en 2006. Países Bajos y Dinamarca, con un ratio del 74%, encabezan el ranking, seguidos de Suecia, con un 71%, de Finlandia, con un 66%, y de Reino Unido, con un 62%.