La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings advierte de que España, Reino Unido y Francia, países que cuentan con la máxima nota crediticia (AAA), deben articular programas de consolidación fiscal "más creíbles" en 2010 si quieren evitar una intensificación de las presiones sobre sus calificaciones.
Los grandes países calificados como AAA que cuentan con mayor flexibilidad financiera han mostrado este año una "impresionante" capacidad para absorber la expansión de sus balances.
Sin embargo, la capacidad para financiar grandes déficit presupuestarios durante un periodo prolongado sin sufrir estrés financiero no es una condición suficiente en sí misma para conservar el estatus AAA, como se demostró con Japón en los 90.
A este respecto, Fitch apunta que aunque las calificaciones actuales ya incorporan un sustancial incremento del endeudamiento público, todos los países con máxima nota crediticia necesitan poner en marcha planes más fuertes y creíbles en el transcurso de 2010 para apuntalar la confianza en la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio plazo.