Las restricciones impuestas por los reguladores estadounidenses a AIG han llevado al consejero delegado de la aseguradora, Robert Benmosche, a comunicar al consejo de administración de la compañía que está contemplando la posibilidad de abandonar su cargo.
Según recoge el diario estadounidense The Wall Street Journal, que cita fuentes conocedora de la situación, el directivo está particularmente descontento con la reciente revisión de retribuciones llevada a cabo por el conocido como 'zar de los salarios', Keneth Feinbergh, dependiente del departamento del Tesoro.
De acuerdo con dichas fuentes, en una reunión celebrada la pasada semana Benmosche expresó su voluntad de renunciar a su puesto, que ocupa desde el mes de agosto, aunque aceptó replantearse su decisión.
El Gobierno de Estados Unidos tiene una participación del 80% en AIG, a la que ha concedido ayudas para garantizar su supervivencia por más de 180.000 millones de dólares.