Australia ha cedido ante la presión de las editoriales y mantendrá las restricciones a la importación de libros, en contra de la recomendación de la Comisión de Productividad, informaron hoy fuentes gubernamentales.
El ministro de Política de la Competencia, Craig Emerson, anteriormente a favor de levantar las restricciones, apoyó hoy la decisión de Canberra porque lo contrario "sería negativo para las editoriales, para los autores australianos y para la cultura del país".
"La industria editorial australiana ya se enfrenta a una creciente competencia de la venta de libros por internet, y la previsión es que se incrementará", agregó Emerson.
