Atraídos por el dinero fácil y condenas a prisión más breves, mafiosos y otros delincuentes violentos están dedicándose cada vez más al fraude al Medicare _el programa de asistencia médica a los ancianos_, llevando violencia a lo que fue una vez un delito de cuello blanco.
En todo el país, investigadores federales han sido amenazados, el cuerpo de un informante fue hallado acribillado a balazos, y en una farmacia bajo investigación fue descubierta una mujer muerta con la garganta cortada.
Para los delincuentes, las estafas al Medicare ofrecen mayores dividendos y mucho menos riesgos que delitos como el robo y el tráfico de drogas.