La filial escocesa de Iberdrola, Scottish Power, está estudiando la posibilidad de recurrir ante la Comisión de Competencia británica para denunciar los recortes en el importe de las inversiones en redes eléctricas aplicados por el regulador del país, Ofgem.
El conflicto procede de la publicación por parte de Ofgem de un borrador del programa de inversiones de las eléctricas para el periodo 2010-2015, en el que se fija esta partida en 6.500 millones de libras (7.160 millones de euros), un 17% menos de lo solicitado, al tiempo que se mantienen las mismas exigencias acerca de infraestructuras previstas.
Ante esta situación, el consejero delegado de Scottish Power, Nick Holder, amenazó este fin de semana con acudir a las autoridades de competencia. "Estamos en un punto en el que necesitamos realizar grandes y nuevas inversiones, y Ofgem ha optado por una visión económica muy estrecha y podríamos no tener más remedio que acudir a la comisión", afirmó durante el fin de semana, citado por el diario Times.
