El Banco de Inglaterra ha decidido mantener los tipos de interés en el 5,25%. Los analistas prevén que se produzca un nuevo aumento de los tipos durante los próximos meses para controlar la inflación, ya que se situó en el 3% durante el pasado mes de diciembre, el nivel más alto en diez años, ya que el objetivo de la institución es situar el IPC en el 2%. Los analistas esperan que durante los próximos meses se produzca un descenso de la inflación británica por un recorte de la factura energética, sin embargo, el crecimiento de los salarios continúa siendo un factor preocupante.