La campaña para las elecciones legislativas del 30 de agosto empezó oficialmente esta semana en Japón, donde esos comicios tendrán un carácter histórico ya que pueden hacer que la oposición centrista termine con medio siglo de gobiernos conservadores.
Un total de 1.374 candidatos solicitarán los votos de casi 103 millones de electores, que deberán escoger a 480 diputados; éstos elegirán posteriormente al primer ministro, que tradicionalmente es el jefe del partido ganador en las urnas.
El principal partido de la oposición, el Partido Demócrata de Japón (PDJ), liderado por Yukio Hatoyama, saca diez puntos de ventaja en los sondeos al Partido Liberal Demócrata (PLD, derecha) del primer ministro, Taro Aso, aunque un tercio de las personas interrogadas aun no sabe a quién votará.
El anuncio del lunes de la reactivación del crecimiento económico tras cinco trimestres de recesión es una buena noticia para la estrategia económica de Aso, que centró su campaña en el "sentido de la responsabilidad", frente a un PDJ acusado de no tener ninguna experiencia en el poder.