El 50% de las bajas por enfermedad registradas en las oficinas durante el verano se producen por culpa del aire acondicionado, que favorece la aparición de catarros, contracturas, tos, dolores musculares, faringitis, alergias y dolores de cabeza, según datos de la Asociación Nacional de Entidades Preventivas Acreditadas (Anepa).
"En verano solemos pasar de altas a bajas temperaturas en un breve período de tiempo y esos cambios bruscos pueden conllevar la aparición de resfriados, por ejemplo, cuando estamos en la oficina o en el cine y las temperaturas son excesivamente bajas a causa del aire acondicionado y luego salimos a la calle y hace un calor asfixiante", indicó Jesús Gómez, vicepresidente de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac).
La temperatura del cuerpo humano es de 37 grados y según los expertos, el entorno, con la poca ropa que se lleva en verano, no debe bajar de los 20 grados.