El representante especial de la ONU para República Democrática del Congo, Alan Doss, señaló hoy que las medidas tomadas para el desmantelamiento de los grupos armados que operan en el este del país son preocupantes por el impacto en las condiciones humanitarias de la población civil.
En un informe al Consejo de Seguridad, Doss recordó que la comunidad internacional pugnó por la desarticulación de estas organizaciones; sin embargo, agregó, los afectados han lanzado como represalia ataques contra los civiles.
Estas agresiones por parte de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y el ugandés Ejército de Resistencia del Señor (LRA) han causado nuevos desplazamientos de población, señaló. Además, tanto rebeldes como algunos elementos del Ejército Nacional congoleño han cometido graves atropellos de los Derechos Humanos, dijo el enviado.